jueves, 4 de julio de 2013

Espidifen para el alma.

     ¿Qué te está sucediendo? -Le pregunto a mi alma-... Tengo demasiados '¿por qué?' y me faltan muchos 'porque'...

     Ni las almas en cuerpos muertos que van por la ciudad deshabitada en julio me consuelan, ni siquiera me contestan. Alguna intenta hablarme pero su cuerpo físico me evita. Mi alma no pide ayuda. ¿Qué te pasa alma? -Le pregunto cuando la noto triste-, a veces sentirse así parece un placer, me insinúa. Ella solo busca.

     No creo que este enferma aunque algunas veces lo piense, Espidifen para notarla viva con su efervescencia aunque sea unos segundos o Almax para el reflujo de malos recuerdos, su propio nombre lo especifica para el alma. ¿Qué buscas alma? -Le pregunto cuando me equivoco en las cosas simples del día a día-, (...). Parece que no le ha sentado nada bien la vuelta de cara de los calendarios seismesinos.

     A lo mejor mi alma esta rota, porque no hace ruido. A lo mejor le falta algo y no me refiero solo a la sal de ajo que salva a la mayoría de cosas.

     ¿Qué esperas alma? -Le pregunto cuando cuento días en el calendario- (solo me hace suspirar).

     Al final siempre quedan cosas buenas como por ejemplo alguien que se acuerda de tu nombre,heridas que no acaban de cicatrizar y alguien que se alegre de tu existencia. Los famosos #Ilovewers pero en la vida real.

   Dedicado a todas esas personas que piensan que han nacido solo para preguntarse por qué han nacido, que seguro que son muchas y en especial a la memoria (ausente) de Laura Ruiz, Sabadell.

lunes, 1 de julio de 2013

La culpa por no saber volar sin romper cosas.

Que yo tengo muchas cosas buenas, aunque estén guardadas. Yo no quiero la culpa que no quiere nadie. Que yo tengo muchas cosas buenas, e inservibles. Yo no puedo volar porque no soy un pájaro con metas. Que yo tengo muchas cosas buenas, aunque sean de cristal. Yo no quiero salir corriendo cuando no vea la salida, no sabría donde ir e igual acabo corriendo en círculos. Que yo tengo muchas cosas buenas, aunque tú no las veas. Yo no soy tan frágil como el estornudo de un bebé, aunque lo pienses así. Que yo tengo muchas cosas buenas, Yo.