Ven, ven y llevame.
Ven y rompe todo esto que he construido.
Sopla, grita, quemalo, simplemente destruyelo. Todo.
Ven, ven y llevame a lo salvaje si quieres, a saltar tejados de casas en días de lluvia o acompañar tu sombra nada más, pero ven y llevame.
Ven, ven y llevame.
Te presto mi almohada escasa de sueños para que le des principios, principios sin final. Ven y rompe lo que quieras. Destruye esta casa. Destruye esta casa con bisagras de indiferencia y decepción en sus puertas y ventanas y déjame en la intemperie si quieres, pero ven.
Ven, ven y llevame.
Ven y gasta, ven y lava, ven y me enseñas, ven y me destruyes también a mí si quieres.