martes, 26 de noviembre de 2013

Drama de almohada

Y me despierto y no sé si es miércoles con sabor a domingo o domingo mismamente, es una especie de mezcla, como cuando vas a un buffet libre y quieres probarlo todo y empiezas a comer muy poquito pero de todo y al final no saboreas nada porque todo te sabe a plástico con diferentes salsas, bueno era por decir algo... Algo así pero con los días de la semana.

Que oscuro está todo para ser solo las diez de la mañana.

Hay silencio, parece que mi madre se tomó anoche el lorazepam de 5 mg y duerme, no grita, no tengo a nadie que me despierte, ni siquiera perro porque al final acabamos odiandonos ya lo he probado, ni unos pies fríos, ni una alarma olvidada... Ni unas ganas.

Si no me levanto el único que lo echará de menos y lo necesitará será mi estómago y mi vejiga, putas necesidades y puta ley karmica que me hace estar encerrado en esta cárcel de metro setenta y nueve y cincuenta kilos.

Me sobra almohada, ganas de tener ganas, mis sábanas de invierno podrían abrigar a alguien más, existencia desaprovechada en este domingo, domingo de vida... Vida prohibida.

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