domingo, 15 de septiembre de 2013

Me ahogo y no es nada nuevo.

En esta realidad embarazada de horror y orgías de dolor, vacía de consciencia en animales que presumen de ser los más racionales, estamos llenos de odio y compasión en desiguales porcentajes, ya nadie te espera, ni te aseguran que te ayudarán en la caída, nos hemos acostumbrado a las diferentes tonalidades de grises que acompañan a estos días de luz, las personas ya son gente, no hay nadie al otro lado, cierran la puerta para que no pases, los escalones ya son escaladas, queda el miedo compartido por esta sociedad, la peste por la falta de fe en todos los sentidos, la humanidad desestructurada, el amor como leyenda, las almas como personajes de libros de metafísica, el luto por alguien que tiene un mal día, somos los gusanos de seda en una caja de zapatos agujereada de algún Dios, juguetes sin suerte.

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