lunes, 9 de diciembre de 2013

El hombre en busca de sentido.

     Creo que soy el único de mi familia interesado por la historia de mis antepasados, pues desciende de una estirpe perseguida por los nazis simplemente por ser judíos. Y a mí desde que conocí 'la patita' de esta historia he querido ir deshilando pero sin encontrar resultados, simplemente sé que huyeron durante la guerra y comenzaron una nueva vida con otras identidades.

     Después de una de mis visitas mensuales a la librería durante el descanso de mi turno partido me encontré con un libro que ya no pude quitármelo de la cabeza. Ese libro era El hombre en busca de sentido. Quería leerlo por mi obsesión con el vacío existencial y por buscar quizá alguien que piense como yo para no sentirme tan yo y formar parte de otra gente y resultó que este libro no es un simple libro. Trata de una historia real de Victkor Frankl, psiquiatra judío llevado a los campos nazis durante la guerra y hace un análisis existencial después de contarnos su historia autobiográfica siendo prisionero en el holocausto nazi. Este libro me ha enseñado de alguna manera 'algo' de la historia que yo no buscaba pero que de alguna manera es importante porque ya se de que huyeron mis antepasados. Y aparte de esto un breve análisis sobre el vacío existencial y ponerme a prueba de algún modo. Hay tres maneras de darle sentido a la existencia y una de ellas es el sufrimiento que creo que es lo que la mayoría elegimos... Por otra parte que la originalidad de ese vacío es el vacío de nuestras vidas, el conformismo de la clase de vida que vivimos, la importancia de un porqué que nos enganché a estar aquí. Frankl dice que durante su cautiverio su única ilusión era volver a encontrarse con su esposa, embarazada, recluida en otro campo solo para mujeres a la que practicaron un aborto simplemente porque su hijo tendría sangre judía y fallecida en cámara de gas si no recuerdo mal. Cuenta como algunos de sus amigos en el campo se suicidaron y otros se quedaron en el intento.

     Me he tomado este libro como una especie de terapia, pues después de pasar por una mala racha ya no le encontramos sentido a nada y pensamos que ya nada sirve (en este caso seríamos nosotros los que estamos en una especie de campo sin ningún 'sustento' y nuestro sentido de la vida se complementa con el sufrimiento que vemos normal), cuando en realidad todo se acaba, hasta su cautiverio en el campo de concentración se acabo y buscaba un sentido a su existencia mientras estaba allí dentro. En el libro hace varias veces referencia a la frase de Nietzsche: 'el que tiene un porqué para vivir puede soportar casi cualquier cómo'

    Ningún poder de la tierra podrá arrancarte lo que has vivido. Nada se ha perdido, aunque pertenezca al pasado, porque nosotros lo hemos abierto al ser, y haber sido es también una forma de ser, quizá la forma más segura de ser. [...] hay dos clases de razas de hombres en el mundo y nada más que dos: la "raza" de los hombres decentes y la de los hombres indecentes. Ambas se entremezclan en todas partes y en todas las capas sociales. Ningún grupo social se compone exclusivamente de hombres decentes o indecentes. Ninguno es de pura raza.

     La Historia nos brindó la oportunidad de conocer al hombre quizá mejor que ninguna otra generación ¿Quién es, en realidad, el hombre? Es el ser que siempre DECIDE lo que es. Es el ser que inventó las cámaras de gas, pero también es el ser que entró en ellas con paso firme y una oración.

   En definitiva El hombre en busca de sentido, después de la tormenta siempre llega la calma solo hay que esperarla y desearla.

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